Sentada en la cama, con una caja de chocolates, me preparaba para disfrutar una buena película, aprovechando que por primera vez en mucho tiempo, tengo unos momentos a solas. Pero a quién le importa ver una película? Yo quiero hacer una de las cosas que mas disfruto... escribir. Esa es quien soy yo.

Estoy llegando a los 30, the BIG 30s, como lo llaman... o mas bien, los "nuevos" 20s. Tengo que confesar que no me siento en lo mas mínimo diferente. Y para ser honesta, mi cumpleaños fue un día como cualquier otro. No fue un día especialmente diferente en ningun sentido. En realidad, no apague ni una sola velita. Por algún motivo en ningun lugar encontramos velas, pero por primera vez en la vida, no le di importancia a esos pequeños detalles (algo muy raro en mí), de hecho no tome muchas fotos (algo aún mas raro en mí).

Hoy pensando en lo que ha sido mi vida a lo largo de estos ya 30 años, muchas cosas vienen a mi mente. Me siento satisfecha y plena en varias áreas de mi vida, pero siempre pense que cuando llegara aquí, iba a tener mi vida completamente resuelta, sin embargo no es así.
Eso lo que siempre pensamos, no es cierto? Cuando llegue a cierta edad, a cierta posición social, económica, cuando tenga esto o lo otro... entonces me sentiré completamente satisfecha. Pero, qué eso no es vivir en una constante negación? Es como engañarse a si mismo e ir como "flotando" por la vida... sientes que ni siquiera vas caminando porque no sabes ni para donde vas. Vives en un constante "limbo", ni estas aqui, ni estas allá. No te sientes a veces así?

Hoy viendo atrás en mi vida, me doy cuenta de lo diferente que era a quien soy hoy. Antes solía ser una persona extremadamente positiva, enamorada de la vida, llena de ilusiones y muy, muy demasiado cursi. Me encantaba escribir, pasar horas viendo películas, planear todo con anticipación y simplemente, soñar despierta. Cuando digo que ahora soy diferente, no quiere decir que soy lo opuesto a eso, simplemente que ahora crecí y madure y creo que me convertí en una persona mas "normal", una como todas las demás. Justo lo que tenía miedo que pasara.

Hace ya varios años que abrí mi corazón a ustedes y conté mi historia. Una historia que muchas consideraban como sacada de un cuento de hadas. Y aunque el tiempo pasa, esa historia la escribí en una etapa en que precisamente me sentía como viviendo una película de amor y puedo asegurarles que cada estrofa fue escrita nada más que con la verdad.

Sin embargo hoy me doy cuenta de lo lejos que estaba de la realidad para muchas personas. Talvez para mí no, porque para mí era real, era mí vida, era lo que estaba viviendo y sintiendo en ese momento y quería compartirla con mundo entero, pero no me di cuenta que, así como hubieron personas que fueron conmovidas por mi historia y que hizo un cambio positivo en ellas, también hubieron otras que se sintieron frustradas e incomprendidas. Que sintieron que sus matrimonios y sus vidas eran un completo fracaso y quiero que sepan que de todo mi corazón, nunca fue esa mi intención. Dios conoce mis mas profundos sentimientos y pensamientos, y sabe que jamás sería mi intención herir a nadie. 

La realidad es que nunca en mi vida había pasado por nada que realmente pusiera nuestro amor a prueba: nunca me habia topado frente a una situacion económica difícil, ni a una enfermedad desgastante, ni a una infidelidad dolorosa, ni a un problema fuerte a causa de los hijos, por mencionar algunas de las muchas pruebas que se presentan en el matrimonio. Puedo imaginarme el dolor que todas estas situaciones pueden causar y solo quiero decirles que NO ESTAN SOLAS. Que NO hay vida perfecta. Y por mas que vayamos tras ella, nunca la vamos a encontrar y en el intento vamos a perdernos de mucho, vamos a dejar ir lo mas valioso que tenemos, que es el presente. Olvídate de lo que toda la vida creciste creyendo, que “más vale guardar las apariencias y el qué dirán”. Más bien preocúpate por ser real a tí misma y a quien realmente te ama aun conociendo lo mejor y lo peor de tí (gracias mi Amor porque nunca me has dejado caer!).

Yo se que, tu también como yo, en algún momento de tu vida te sentiste igual de ilusionada, deseando esa vida color de rosa y estoy segura que no te arrepientes de haber vivido tu vida al extremo, así enamorada e ilusionada, pendiente de cada pequeño detalle, celebrando cada momento... se que más bien, te arrepientes de haber dejado de ser ESA persona. De haber dejado que los golpes de la vida (grandes o pequeños) te hayan robado esa ilusión, ese brillo en tus ojos.

La vida va estar llena de tropiezos y de pruebas, unas mas difíciles que otras, de envidias, de dolor, de desilusión, de desanimo. La diferencia es, si vas a permitir que todo eso te robe la alegría de vivir y hacer que te conviertas en una persona amargada, enojada con la vida... o si vas a usar esas pruebas para volver a ser quien eres pero ahora convertida en una nueva y mejorada versión de ti misma.

Yo elijo la segunda, cuál eliges tu?

Desde mi corazón,
Mely Cruz.