Hoy pensaba en el "para toda la vida" y "hasta que la muerte nos separe". Eso prometimos en el altar... glup (jajajaa). Pero, envueltas entre tanta emoción y alegría, creo que muchas veces no entendemos bien el compromiso que estamos haciendo.

Hace unos días platicaba con una amiga que se sentía desilusionada del amor. Me decía: "Mely, todo comienza bien y al cabo de un tiempo, siempre me desencanto". Ese es el problema, que vivir "encantadas" no es el objetivo en una relación y menos, en un matrimonio.

En la etapa del enamoramiento, sientes maripositas cuando se acerca, tu mente a mil por hora, lo ves y absolutamente todo en el es perfecto. No tiene defecto alguno!! Es el hombre ideal, el que tanto buscaste!! No hay vuelta de hoja... con el quieres estar toda la vida! Te emociona pensar que vas a dormir con él y despertar con él y viajar con él y hacer todo con el... simplemente sientes que amarse para siempre va a ser pan comido. Peeero, pasan algunos años y ya te empieza a molestar que llegue tarde (siendo que al principio le decías: "No te preocupes mi amor, yo entiendo que andas ocupado"), no siempre estás en el plan romántico como para sentir que flotas cada vez que te abraza y tal parece que cada día le encuentras más y más defectos. Muchas veces te desencantas desde novios y muchas otras veces te toca ya hasta que diste el "Si, acepto" y ahí viene lo bueno!

Regresando a mi amiga... ella me decía: "Mira Mely, yo busco un hombre con las siguientes cualidades: que sea guapo, alto, atento, caballeroso, detallista, romántico, que sea un hombre de negocios, que sepa lo que quiere, que tenga ambiciones..." y la lista seguía y seguía y seguía... Entonces termino y le dije: "Ok, pues ya sabes que es lo que buscas en un hombre, pero sabes QUE LE PUEDES OFRECER TU?". Se quedo muda.

Nos enseñaron desde niñas a "encontrar el mejor partido", los papas siempre quieren lo mejor para nosotras. Incluso hasta hacemos una lista con todas las caracteristicas que buscamos en el y todo lo que esperamos que el sea... No me malinterpreten, eso no tiene nada de malo, yo lo hice! Y para ser sincera, palomeé casi todititito y creo firmemente que Dios concede las peticiones de nuestro corazón, eso no tengo duda, pero útlimamente he entendido algo, no se trata de tener lo mejor para nosotras, sino en realidad: SER LO MEJOR PARA ELLOS. Una vez que entras al matrimonio, así como que "te relajas" y empiezas a exigir, en vez de dar, pero dice la Bibila que debemos de ser la ayuda idónea para nuestros Esposos. Que ellos vean en nosotras a una mujer segura de sí misma, una mujer emprendedora, que lo apoya por sobre todas las cosas, que cree en el, que no vive quejándose de lo que no tiene, que no anda metida en chismes ni habladurías, una mujer que se aleja de las amistades problemáticas, una mujer que lo respeta y le da siempre su lugar, una mujer cariñosa, detallista, tierna...

Estaba leyendo un libro que se llama "El Poder de la Esposa que Ora", habla de lo importante que es orar por nuestro Esposo en todas las áreas de su vida y una de ellas era precisamente su relación amorosa con su Esposa y decia como nos empeñamos tanto en orar: "Señor por favor cambia a mi Esposo!" cuando en realidad debemos de orar: "Señor, cámbiame A MI". De verdad que me cambio el panorama! Cuantas cosas serian diferentes si aprendemos a amar aun los defectos de ellos. Que difícil! Pero definitivamente todo sería tan diferente!

No hay matrimonio perfecto, eso ténganlo por seguro... no todos los días son rosas, ni hay maripositas y campanitas y muchas veces puedes ya no sentirte Cenicienta, pero cuando termina el dia y sabes que puedes ponerte de rodillas con tu Esposo y orar juntos, ahí sabes que "para toda la vida" tiene sentido. No dejen que ninguna circunstancia les robe la paz y les robe el gozo de vivir una vida y un matrimonio lleno de bendiciones. Las maripositas y las campanitas siguen ahí toda la vida (si no me creen, pregúntenle a mis papas!) pero no lo vean eso como una prioridad, mejor preocúpense por afianzar su matrimonio sobre la Roca que es Cristo.