Ayer pensaba que en estas épocas un año atrás jamas nos hubiéramos imaginado que nuestra vida iba a dar un giro inesperado!Y aunque seguimos con las mismas tradiciones como: poner el pinito juntos, hacer las compras navideñas, ir a las posadas, etc, ahora todo es acompañando por una personita mas. 
Recordaba las muchas veces en que escuchamos a nuestros amigos decir: "Cuando tienes hijos, te cambia la vida para siempre" y sonaba bastante aterrador, pero ahora entendemos un poco mejor lo que eso significa y lejos de ser aterrador, es maravilloso!
Cuando te conviertes en papa, la vida entera tiene otro significado. Aprendes a ser a ser mas agradecido, a valorar a tus padres, a disfrutar cada segundo del día porque sabes el milagro que es la vida.

Cada mañana que despierto con la vocecita de nuestro hijito y que me ve con sus ojitos hermosos y sonríe cuando le hablo, me doy cuenta que SI, definitivamente la vida nos cambio, pero no en las cosas pequeñas y cotidianas, sino en lo mas profundo de nuestro corazón porque ahora conocemos otro tipo de amor que no habíamos conocido antes. No solo para con nuestro hijo que adoramos, si no también entre nosotros...

Algo mágico paso desde que Kael nació. Conocimos una faceta nueva el uno del otro que no conocíamos antes y que nos hace enamorarnos aun mas. 
El ver que Fau se despierta a darle el biberón a Kael a las 6am sin importarle que sacrifica una hora de su sueño, que le pone musiquita antes de su baño y que llama para preguntar si hay leche y pañales entre muchos otros detalles, me recuerda lo que desde que nos casamos prometimos: Nuestro amor ya no es un amor superficial y emocional, sino un amor profundo, comprometido y dispuesto a hacer sacrificios. Y aunque siempre ha habido un lazo especial entre nosotros, el tener un pedacito de esa unión que podemos tocar, abrazar y besar es como la cereza del pastel!

Esta Navidad va ser una my especial porque será la primera como papas y porque tenemos el regalo mas hermoso que jamas hemos recibido en todas las navidades juntas. Así que habrá doble celebración: el regalo de que Kael llego a nuestras vidas y el regalo de tener siempre la presencia de Dios en nuestro matrimonio y ahora como familia. 
Y entre tanto alboroto que hacemos en estas épocas, queremos enseñarle a nuestro hijo que lo mas importante es estar agradecidos por esa enorme bendición y que es Jesus la razón de esta celebración.

Felices Fiestas!